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domingo, 15 de abril de 2012

¿Una huelga de deberes vasca?

La Confederación de Padres y Madres de la Escuela Pública Vasca (EHIGE) se une al debate sobre la conveniencia o no de suprimir o racionalizar las tareas escolares en casa al hilo de la huelga en Francia
IDOIA ALONSO - Domingo, 15 de Abril de 2012 - Actualizado a las 05:38h
BILBAO. ¿Deberes escolares, sí o no? ¿Cuántos? Después de convocar una huelga de quince días de tareas escolares en casa, las familias francesas han abierto el debate en el Viejo Continente. Los ecos de esta singular manera de protestar contra la sobrecarga de trabajo que padecen los alumnos más pequeños fuera del horario lectivo han llegado a Euskal Herria, donde la ley prohibe los deberes de los 6 a los 11 años.
La realidad confirma otra cosa bien distinta, como afirma Olga de Sopelana, madre de tres hijos que cursan 2º de Bachillerato, 3º de ESO e Infantil: "Tienen muchísimos deberes. No me extraña que se sientan desmotivados para ir al colegio". Además, "se da la paradoja -apunta- que cuando los niños están en edad de jugar les sobrecargan con deberes y cuando llegan a Bachillerato éstos desaparecen y tienen tiempo para todo, para ir a la lonja y para perder el tiempo".
La preocupación de las familias ha llegado a instancias como el Ararteko y el Defensor del Pueblo de Navarra, el único organismo en el Estado español que ha instado a un Gobierno autonómico a promover un debate social para reflexionar sobre el volumen y la necesidad de que las tareas se desarrollen exclusivamente en el centro escolar.
El melón que ya abrió el ombudsman navarro en 2010, y que ahora aborda la Confederación de Padres y Madres de la Escuela Pública Vasca (EHIGE) al hilo de la huelga de lápices caídos gala, persigue analizar la eficacia de las etxerako lanak y su incidencia en la vida familiar y en la propia del menor.
No en vano, los expertos no se ponen de acuerdo sobre la conveniencia de que el profesorado mande deberes para casa. El informe Las tareas escolares realizado en 2011 por el Consejo Escolar de Navarra -único de su naturaleza en el Estado- sostiene que hay especialistas en pedagogía que argumentan que la eficacia de las tareas escolares "es nula o muy escasa", porque son casi siempre realizadas con ayuda externa, bien sea de familiares o de compañeros.
De ahí que tanto las familias francesas como las agrupadas en la asociación mayoritaria de padres y madres de alumnos del Estado, CEAPA, crean que los deberes representan "en gran medida un fracaso del sistema educativo" y provocan "desigualdades sociales".
Y es que, como recuerda en su informe el Ararteko navarro, Francisco Javier Eneriz, " no todos los padres y madres disponen del mismo tiempo, ni de los mismos conocimientos o del mismo nivel cultural para ayudar a sus hijos en el desarrollo de las tareas escolares". Unos deberes que, además, entran en el expediente del alumno.
En este sentido, desde CEAPA señalan que "mientras unos padres intentan ayudar a sus hijos, otros recurren a clases particulares o academias, otros muchos no tienen ni el nivel educativo ni el dinero para poder pagar esos apoyos". Desde el punto de vista de esta asociación, el hecho mismo de tener que recurrir a una clase particular para completar la educación de los menores es un síntoma de que "está fracasando el sistema educativo".
CONTROVERSIA ENTRE ESPECIALISTAS Los profesionales que defienden la eliminación de las tareas escolares sostienen que "no existe ningún estudio que demuestre que los deberes favorecen la autonomía del alumnado ni que beneficien su desarrollo intelectual", apunta el Consejo Escolar de Navarra en su informe. No obstante, hay otra corriente de especialistas que considera que las tareas para casapermiten "inculcar hábitos y actitudes relacionados con la capacidad de trabajar por su cuenta, formar un sentido de responsabilidad por el aprendizaje, autodisciplina, manejo del tiempo, desarrollar la iniciativa, el gusto por los estudios e independencia para resolver los problemas". Hoy por hoy, no hay un punto de encuentro entre la corriente que defiende los deberes y la que promueve su erradicación. Como no parece que esté cercano el fin de los deberes, las familias abogan por racionalizar su asignación por parte del profesorado para preservar a los menores su derecho a disfrutar del tiempo de ocio o de formación extraescolar como el deporte, la música....
JÓVENES SIN OCIO La cuestión no es baladí porque estamos formando una generación de jóvenes sin tiempo libre, tal y como ha advertido el propio Ararteko de la CAV en el Informe de la Oficina de la Infancia y la Adolescencia que presentó en el Parlamento Vasco en 2011. En dicho informe, Iñigo Lamarca alerta de que "el tiempo libre de los menores está cada vez más repleto de actividades vinculadas al estudio y de extraescolares relacionadas con el apoyo a las tareas escolares", en ocasiones, "impuestas" por las familias para mejorar los resultados académicos de sus hijos e hijas.
De media, los menores vascos de entre 11 y 17 años emplean 1,64 horas diarias a hacer los deberes fuera del horario escolar. En el caso de la comunidad foral, se emplea una media de una hora y 36 minutos diarios en 6º de Primaria y una hora y 48 minutos diarios en 3º de la ESO. Según el Consejo Escolar de Navarra, sólo un 1,7% del alumnado de estos niveles no estudia ni hace tareas en casa, un tercio (32,9%) dedica un máximo de una hora diaria, la mitad del alumnado (50,7) dedica entre hora y media y dos horas y media, y el 11,6% dedica tres y más horas diarias. Este tiempo se añade a las 8 horas que los menores permanecen en el centro escolar (contando con el tiempo del servicio de comedor).
Como consecuencia, los niños tienen menos o ningún tiempo para jugar, una actividad que según la mayoría de los expertos es fundamental en la formación de un niño. Según CEAPA, esta sobrecarga de horas de estudio dentro y fuera de los colegios genera tensiones entre las familias ya que "muchas veces, para poder hacer los deberes se quedan sin jugar, por lo que generan rechazo. Es cierto que los niños y niñas tienen que saber cuáles son sus obligaciones, pero también deberían tener tiempo para jugar".
DERECHO A JUGAR Xabier es aita de dos hijos de 10 y 16 años que vive en Gernika. "No creo que el problema sea que los niños se sientan cansados, que también hasta cierto punto. El problema es que los niños no tienen tiempo para disfrutar de la vida y jugar, que es lo que tienen que hacer con esa edad. Al menos es lo que pensamos en casa". Olga se queja del volumen de deberes que el colegio manda a diario a sus tres hijos. "Es una pasada -dice-, los niños al llegar a casa tienen que hacer deberes. Olvídate de lo de jugar en el parque como antes. Y eso sin contar con las extraescolares. Si un niño va renqueante olvídate de meterle a una extraescolar y más le vale que meriende mientras está haciendo los deberes".
Desde el punto de vista de esta madre, el problema radica en el exagerado número de asignaturas que deben cursar sus hijos. "Creo es que ahora mismo tienen tantas asignaturas que en el colegio, con el mismo tiempo de antes, no les da para ver toda la materia que les marca el Currículo de Educación". Hasta el punto, asegura, que "la mayoría de los centros, mandan a los estudiantes a la Selectividad sin haber dado todo el temario". En definitiva, apunta Olga a modo de cierre: "No da, las horas de clase no les dan".
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 En la siguiente tabla se pueden observar algunas de las características que diferencian al sistema educativo finlandés del español.
2 estudiantes de 15 años en el sistema educativo finlandés y español
Concepto
Finlandia
España
Curso9º, el último de la Enseñanza Obligatoria4º de ESO
Horas de clase7 horas7 horas
Horas diarias dedicadas a deberesMedia hora2 horas
Total horas lectivas desde los 7 hasta los 15 años6.126 horas7.731 horas
IdiomasSueco, inglés, francés y otro optativoLengua natal e inglés o francés como optativa
Ingreso en la Universidad71 por ciento de los alumnos50 por ciento de los alumnos
Inversión del Estado en su formación obligatoria40.866 euros35.155 euros
Sueldo de los profesores3.400 euros1.800 euros
Costes para las familiasGratuidad, incluso en la escuela privadaGratuidad de la enseñanza pública, pero no de servicios complementarios, como comedor, material escolar y transporte. Conciertos educativos con centros privados no gratuitos, lo que permite abaratar algunos gastos.
        Desde los 7 hasta los 15 años, los estudiantes finlandeses asisten a 1.605 horas lectivas menos que los españoles. Y mientras en Finlandia los deberes en casa les ocupan media hora diaria, en España los alumnos trabajan con tareas escolares alrededor de 2 horas cada día en el hogar. Por otra parte, los chicos finlandeses pueden llegar a estudiar hasta 4 lenguas, mientras que los españoles estudian la lengua propia (en algunas comunidades autónomas son dos) y otra optativa. En Finlandia, la universidad acoge al 71 por ciento de los alumnos y, en España, tan sólo opta a los estudios universitarios el 50 por ciento.
Gratuidad absoluta
        El Estado finlandés invierte en la formación obligatoria de sus estudiantes 40.866 euros, 5.711 más que el español. La gratuidad de la enseñanza obligatoria en el sistema finlandés es absoluta e incluye, no sólo los salarios de los profesores, sino todo tipo de material escolar, desde los libros hasta los lápices. La total financiación alcanza también a los escasos centros privados que existen. Además, todos los estudiantes tienen derecho a una comida caliente que garantice su correcta alimentación y, si el alumno vive a más de 5 kilómetros, el centro garantiza su transporte. Por otra parte, los padres pueden elegir con casi total libertad el colegio de sus hijos, aunque apenas existen diferencias significativas entre los diferentes centros.
        En España, sin embargo, los padres han de pagar los servicios complementarios en las escuelas públicas, donde la enseñanza es gratuita (comedor, material escolar, transporte, etc.). Y los conciertos educativos establecidos con centros privados no gratuitos permiten a los padres reducir algunos gastos.
Inversiones en formación y medios
        Con el objetivo de mejorar el rendimiento de los alumnos en matemáticas y ciencias, las autoridades educativas finlandesas pusieron en marcha en 1996 un programa que incluía una exhaustiva formación del profesorado y una mejora de la enseñanza, dirigida a conseguir formar a los alumnos de una forma práctica. Para ello, se invirtió mucho dinero en modernizar los laboratorios de los colegios e institutos, adquiriendo ordenadores y programas informáticos más actualizados.
El profesor, la piedra angular
        Pero si algo caracteriza el perfecto funcionamiento del sistema escolar en Finlandia, es el profesor, piedra angular del éxito finlandés en materia educativa. “Se ve enseguida que un profesor está motivado cuando te anima a estudiar y siempre parece feliz. Ah, y no nos mandan deberes”, dice una alumna que ha participado en el estudio.
        La buena formación técnica y humana de los profesores garantiza unos excelentes resultados. Para dar clases se les exige una titulación universitaria de carácter superior. Ser maestro de Primaria requiere 6 años de carrera universitaria. Además, el hecho diferencial básico con respecto a otros países es que un profesor finlandés debe tener una formación dirigida, no sólo a poseer unos perfectos conocimientos de la materia que imparten, sino también a ser unos expertos en Pedagogía. De hecho, en Finlandia los profesores son considerados como los profesionales más importantes de la sociedad.
Más lectura y menos televisión
        Por lo que respecta a los hábitos de los alumnos, tres de cada cuatro niños finlandeses de 15 años afirman leer todos los días por el mero placer de hacerlo. A diferencia de otros adolescentes europeos, prefieren hojear los periódicos, las revistas, los cómics a las obras de ficción. Además, la televisión y videojuegos no entran en sus hábitos diarios y mucho de su tiempo libre lo pasan con otros amigos discutiendo sobre los deberes. A las nueve de la noche ya están en la cama.
Solidaridad vs competitividad
        Otra de las peculiaridades, casi única en Europa en los tiempos que corren, es la extrema generosidad que caracteriza a los estudiantes finlandeses: Contra competitividad, generosidad. “Si alguna de nosotras no ha tenido tiempo de estudiar suficiente o hay algo que no entiende, las demás se lo explicamos. Cuidamos una de otra... Si algún compañero se siente cansado y no tiene ganas de seguir todos los demás le animamos y tratamos de ayudarle”, dice la misma alumna del estudio.
        Se trata de una de las claves de la equidad del sistema educativo en Finlandia. Una labor conjunta de padres y profesores que se esmeran por enseñar a sus hijos y alumnos que lo más importante no son los resultados espectaculares, el éxito individual o el agravio comparativo, sino la solidaridad hacia sus compañeros y el éxito colectivo. De hecho, las diferencias en las puntuaciones son muy escasas entre los mejores y los peores alumnos finlandeses.
        “No dividimos a los alumnos entre los que van mejor y los que necesitan más tiempo. Aquí todo el mundo es igual. No hay repetidores. No dejamos que ninguno se quede atrás. Si se nos presenta un problema con algún estudiante, lo tratamos inmediatamente con los demás profesores, sus padres, el director del colegio y un psicólogo”, confirma una profesora que ha colaborado con el estudio.
        Alumnos, profesores, padres y administraciones; todos a una para conseguir un sistema educativo que es la envidia de Europa y un buen espejo en el que España debe mirarse con detenimiento.


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