
La profesora de chino del curso del año pasado con Porfirio Sanz.
El chino, con más de mil millones de hablantes, es ya el primer idioma del mundo, por encima del inglés (se calcula que 375 millones de personas lo tienen como primer idioma y otros 375 millones como segunda lengua). El coordinador de los cursos de chino de la Universidad de Castilla-La Mancha, director académico de Relaciones Internacionales y profesor de Historia Moderna, Porfirio Sanz, que subraya cómo este idioma ha ido adquiriendo importancia en los últimos años, cree que a día de hoy “si hablas inglés, un poquito de chino y castellano estás controlando el mundo”.
Y eso es lo que deben de estar pensando las más de 300 personas que ya están matriculadas en alguno de los cursos de chino, en sus dos niveles, que se impartirán a partir del próximo día 21 de este mes en tres campus de la UCLM: Ciudad Real, Albacete y Toledo. Aunque los cursos van ya por su quinta edición ha sido en estos dos últimos años cuando más se ha notado la demanda. Tanto que, dice Sanz, este año “ha superado todas las expectativas”.
Por eso, la Universidad ya ha cerrado la matrícula en los cursos de Chino I; se ofrecían 50 plazas en cada curso y al final se ha aceptado a 75 alumnos en cada campus. En Chino II, donde ya es necesario contar con una base, de momento hay unos 25 matriculados en Ciudad Real.
La mayoría de los alumnos que se apuntan al segundo nivel es porque o bien han pasado por el primero o porque ya han realizado algún curso previo. Y es que, realizando los dos cursos, explica el coordinador, un alumno podría presentarse ya al HSK, el examen oficial que realiza el Instituto Confucio -el equivalente a nuestro Instituto Cervantes- y que tiene seis niveles en versión escrita y tres en la oral. El HSK, además de acreditar el nivel de chino exigido para ingresar en las facultades universitarias chinas, está reconocido por las instituciones, organismos y empresas que exigen el dominio del chino como condición para contratar a sus empleados.
El perfil del alumno que decide aprender chino es muy variado, según explica Porfirio Sanz. Desde estudiantes que desean aprender idiomas, hasta profesionales relacionados con el sector de la banca, aduanas, comercio, exportación mercantil o comercial, pasando por docentes que tienen en sus clases alumnos procedentes de China e incluso periodistas.
El chino es un idioma bastante difícil de aprender, sobre todo porque no tiene alfabeto y los cursos que ofrece la UCLM, dice Porfirio Sanz, son bastante básicos. En su primer nivel sirven sobre todo para “tomarle el gustillo” y para aproximarse a la cultura. Una vez superada esta etapa, el alumno será capaz de tener una conversación básica y de leer los titulares de un periódico.
Así, los alumnos recibirán clases de gramática, fonética y escritura china, realizarán ejercicios de comprensión oral y escrita, trabajarán la pronunciación, el acento y la entonación, al tiempo que se introducirán en las técnicas de lectura y de redacción del idioma mandarín.
Además en este curso se trabajará la vertiente cultural, por lo que algunas sesiones se centrarán en estudiar y conocer mejor esta civilización milenaria, cuya economía crece de forma imparable, lo que ha contribuido a incrementar el interés de muchos por conocer más de cerca el país asiático.
Los cursos de la UCLM los imparten profesores nativos de distintas universidades chinas, concretamente el profesor de Ciudad Real llega desde la Xian International Studies University, mientras que los del resto de campus se han formado en la Shanghai International Studies Unversit y en la Universidad de Nanchang, concluye Sanz.
Un idioma muy difícil
El idioma chino es uno de los más difíciles del mundo porque tiene muchos elementos complejos que hacen que su aprendizaje sea una tarea ardua. Existen tres dialectos: el mandarín (el que se habla en el mundo), el wu y el cantonés. Lo primero que hace falta para estudiarlo es mucho interés y ganas de trabajar, y después enfrentarse a sus mayores retos: la pronunciación y la escritura.
Un idioma muy difícil
El idioma chino es uno de los más difíciles del mundo porque tiene muchos elementos complejos que hacen que su aprendizaje sea una tarea ardua. Existen tres dialectos: el mandarín (el que se habla en el mundo), el wu y el cantonés. Lo primero que hace falta para estudiarlo es mucho interés y ganas de trabajar, y después enfrentarse a sus mayores retos: la pronunciación y la escritura.
El chino es un idioma tonal, a la hora de hablarlo es muy importante el tono que se emplea al decir una palabra, ya que su significado depende de éste. Una gran ayuda para los occidentales es el ‘Pinyin’ “deletreo por sonido”, un sistema de trascripción al alfabeto latino del mandarín.
En cuanto a la escritura hay que señalar que hay más de 50.000 caracteres chinos de los cuales unos 10.000 están en uso y de estos unos 3.500 son los habituales, los necesarios para leer un periódico.
Cada carácter es una combinación de distintos trazos. Hay que tener en cuenta la cantidad de trazos, su tamaño, ubicación y el espacio entre cada uno.
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