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lunes, 29 de marzo de 2010

Problemas de aprendizaje en los niños

Pero al iniciar su vida escolar los padres y maestros se dan cuenta de que se le dificulta el aprendizaje de conceptos que para otros niños resultan sencillos y manejables. Juan, a pesar de su buena disposición, empieza a retrasarse tanto en la lectoescritura como en las matemáticas, además de sentirse marginado por sus compañeros, quienes se burlan constantemente de su lentitud en las tareas escolares.
El problema de Juan es común a muchos otros niños: un 15 por ciento de la población tiene algún tipo de trastorno de aprendizaje. El término "trastorno de aprendizaje" describe una irregularidad neurobiológica por la que el cerebro humano funciona o se estructura de manera diferente. Estas diferencias interfieren con la capacidad de pensar o recordar y pueden afectar la habilidad de la persona para hablar, escuchar, leer, escribir, deletrear, razonar, organizar información o aprender matemáticas.
Muchas veces los trastornos de aprendizaje no se detectan porque no son apreciables a simple vista. Además, resulta difícil reconocerlos porque su gravedad y sus características varían en cada caso. La posibilidad de que Juan reciba la atención adecuada a su problema depende del apoyo que padres y maestros le brinden. De eso deriva que tenga éxito en la escuela y pueda triunfar en la vida. Los padres pueden ayudar a los niños con trastornos de aprendizaje estimulando sus puntos fuertes y reconociendo los débiles, colaborando con quienes proporcionan ayuda profesional, entendiendo el sistema educativo y aprendiendo estrategias para afrontar problemas específicos.
El trastorno de aprendizaje más común es el que afecta al lenguaje y la lectura (un 80 por ciento de estudiantes con trastornos de aprendizaje presenta problemas de lectura). Con frecuencia los trastornos de aprendizaje se repiten dentro de la familia. Éstos no se deben confundir con otras discapacidades como el retraso mental, el autismo o los trastornos del comportamiento. Ninguna de estas discapacidades constituye un trastorno de aprendizaje. Tampoco deben confundirse con la falta de oportunidades educativas, como los cambios frecuentes de escuela o las faltas de asistencia a clase. Del mismo modo, los niños que están aprendiendo alguna lengua extranjera no necesariamente padecen trastornos de aprendizaje. Por otro lado, dichos trastornos pueden ocurrir en niños con problemas de atención, que padezcan o no de hiperactividad.

Tipos más comunes de trastornos de aprendizaje
Dislexia: trastorno relacionado con el lenguaje, por el cual la persona tiene problemas para entender palabras, oraciones o párrafos.
Discalculia: trastorno relacionado con las matemáticas, por el cual la persona tiene dificultades para resolver problemas y entender conceptos matemáticos.
Disgrafia: trastorno relacionado con la escritura, por el cual la persona tiene dificultades para formar correctamente las letras o escribir dentro de un espacio determinado.
Trastorno de procesamiento auditivo o visual: trastorno sensorial por el cual la persona tiene dificultades para comprender el lenguaje a pesar de tener el oído y la vista normales. 
Se puede ayudar a los niños con problemas de aprendizaje mediante una terapia de apoyo si su condición se detecta y se trata a tiempo, pero si el problema se ignora puede aumentar y complicarse rápidamente. Un niño que en la escuela primaria no aprende a sumar, al llegar a la secundaria no podrá entender álgebra. El niño que trata de aprender con gran esfuerzo se frustrará progresivamente y desarrollará problemas emocionales como una pobre autoestima, resultado de los fracasos repetidos. Algunos pueden presentar también problemas de conducta al querer de manera inconsciente esconder sus limitaciones en cuanto al aprendizaje y conseguir la atención de los demás.
¿Cómo pueden los padres detectar problemas de aprendizaje en sus hijos?
Dificultad para mantener la atención o para seguir instrucciones.
Dificultad para recordar lo que se les acaba de decir.
Dificultad en el dominio de destrezas relacionadas con la lectura, la escritura y/o los conceptos matemáticos.
Dificultad en la lateralidad (distinguir entre derecha e izquierda).
Dificultad en la direccionalidad (distinguir entre arriba, abajo, adelante, atrás).
Dificultad en la coordinación motriz (cuando camina, en los deportes, en actividades manuales sencillas como sostener un lápiz, amarrarse los zapatos o hacer un lazo).
Dificultad para entender los conceptos espacio-temporales; “ayer”, “hoy”, “mañana”, ”ahora”, “lejos”, “cerca”, ”antes”, “después”.
Existen muchos especialistas en este tipo de problemas que podrán trabajar en colaboración con los padres y educadores para hacer pruebas que puedan detectar la razón de la dificultad en el aprovechamiento. Después de una valoración, el terapeuta hará recomendaciones y emprenderá el camino adecuado para ayudar al niño a desarrollar su potencial, fortaleciendo su confianza (elemento esencial para el desarrollo emocional saludable). De igual manera, ayudará también a los padres y otros miembros de la familia a enfrentarse a la realidad de vivir con un niño con problemas específicos de aprendizaje. 
Juan asiste a una escuela especializada en problemas de aprendizaje; con suerte, en un par de años, podrá retomar la escuela regular. No se espera que sea el primero de su clase, sin embargo, ahora tiene tanta confianza en sí mismo que incluso señala que lo importante no es llegar primero, sino alcanzar las metas y beneficiarse de ello.

 
Fuente: Soloellas.com

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